ACEPTABLE

POR PASTOR THOMPSON (trad. Dojó)

Salmo 19:12-14

"¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias: que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditatión de mi corazón delante de tí, Oh Jehová, roca mía y redentor mío."

Por toda la noche una melodía se repetía en mi cabeza. Estaba yo cantando la última parte de este verso, "Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de tí, Oh Dios, roca mía, y redentor mío."   No sé si era un himno que había yo oído ó si era un himno que Dios me dió. Pero, siendo yo dormido ó despierto, era una expresión de alabanza. Estaba yo cantando en el corazón. El Señor conoce mi corazón y no tiene interés en la forma ó condición de las cuerdas de la voz y lo que pueda resultar con mi cantar.

Tn la Escritura de hoy, David está examinando a si mismo. Parece que está diciendo que somos culpables de pecados escondidos de nuestro conocimiento. David está pidiendo que el Señor le escudriñaba y le conociera y le purificara de estos pecados que al momento no pudo ver, pero, los que serán confesado una vez que David los vea.

Puedo recordar los días cuando era yo oficial de la corte de probación. Estaba tratando con un joven, nombre de Jaime, que siempre estaba en problemas con la ley. Le dije que viniera a mi oficina cada tarde. Con frecuencia recibí noticias de la escuela que Jamie estaba en otro problema, y en la próxima visita con él, hablaría yo con él del mismo. Pero, había días en los cuales no tenía yo ningún reporte contra Jamie. Pero, en varias ocasiones cuando Jaime entraba mi oficina, movía yo la cabeza en una manera mostrando duda ó censura. Jaime me preguntaba, "¿Qué problema hay, Sr. Thompson?" Seguía yo moviendo la cabeza y, finalmente, le preguntaba. "¿Eres suficiente hombre para decirme lo que hiciste, ó debo decirte el problema?" (Ahora, nótense que no sabía yo si había hecho algo ó no.) Siempre me diría lo que había hecho. Puedo recordar lo que siempre decía Jaime; "No entiendo como siempre sabe Ud. estas cosas. " Sonreía yo, sin decir nada.

Pero, es diferente con Dios y nosotros, Dios siempre sabe todo y no tiene que usar métodos como usaba yo con Jaime. Me gusta la oración de David, es similar a I Juan 1:9; Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad." La oración de David está muy poderosa, él confiesa aún antes que conoce el pecado.

La parte de esta oración de David que me afecta más es el deseo de David. El quiere que sus palabras sean gratos delante del Señor, pero, hay algo aún más profundo. ¿de dónde vienen las palabras de su boca? La respuesta está muy clara, vienen del corazón. Despues, David pone la clave mayor: qué la meditación de su corazón sea aceptable a Dios

Acuérdense de la enseñanza del Señor Jesús en Mateo 5:28: "Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró en su corazón." Por la meditación y la obediencia a la Palabra tenemos la victoria sobre el pecado. íGloria a Dios!